08 julio 2013

Dos muertos y cuatro heridos por derrumbe de mina en Nicaragua


El derrumbe de una mina en el municipio de Bonanza, Región Autónoma Atlántico Norte, dejó como saldo dos muertos y cuatro heridos, confirmaro miembros de la Policía Nacional de Nicaragua.

De acuerdo con la portavoz de ese cuerpo en la zona, teniente Magdalena Bucardo, el hundimiento del socavón ocurrió el sábado en horas de la noche en el sector conocido como Bonancita, del barrio Mario de La Yana, y los brigadistas lograron rescatar con vida a tres mineros artesanales. 

Los fallecidos por el desastre fueron Jarvin Tinoco, de 27 años de edad, y Temper Cutberth (20), cuyos cuerpos fueron trasladados a Waspam. 

Javier Vílchez, de 35 años de edad, Marcos Ramón Hernández (34) y Arnulfo Pasta y Joel Ruiz, de 20, recibieron fracturas en diferentes partes del cuerpo y dos de ellos tuvieron que ser ingresados en el Hospital Rosario Pravia de Rosita, otro en Bilwi y el cuarto recibe asistencia médica en Bonanza. 

El superintendente de Comunicación y Relaciones Públicas de la empresa minera Hemco, Gregorio Downs, explicó que esa zona había sido evaluada por geólogos y estos habían determinado que ya no podía trabajarse, pese a lo cual los mineros artesanales continuaron laborando allí. 

"Los pilares que sostienen la estructura de la mina fueron socavados por los mismos mineros. Los especialistas ya habían diagnosticado que no se podían continuar trabajos en esa área, pero ellos se metieron a seguir trabajando clandestinamente", explicó. 

Comentó que en esa región son 12 mil hectáreas de trabajo y que en los puntos considerados de alto riesgo la empresa suspende los explosivos, pero los buscadores de oro consiguen de contrabando estos y los aplican. 

Este es el segundo incidente en el cual pierden la vida buscadores de oro en el llamado Triángulo Minero de Nicaragua. 

El pasado 13 de junio falleció David Otero, de 15 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado a unos 400 metros de profundidad por una brigada especial. 

Según los rescatistas, el adolescente trataba de descender a una mina abandonada junto a otro joven, pero la soga cedió y cayeron al precipicio. 

"Cada golpe de estos es una lección más, el sentimiento ha crecido en la comunidad para que tomemos conciencia y respetar las áreas de alto riesgo, ahora tenemos dos familias de luto, pero va cambiando la actitud en la gente", afirmó Downs.

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